Esta entrada se corresponde con el grupo de lengua formado por Natalia Muñoz, Esther Nehama, Carlos Velado, María Macarro, Laura Alonso, Manuel Fernández-Galiano, Ana Orche y Diego Romero.
Para hablar sobre nuestra exposición, queremos tratar antes brevemente el tema de la planificación de esta actividad. Creemos que nos extendimos demasiado en el tiempo a la hora de seleccionar un tema, tanto que domináramos como de aquellos cuyos conocimientos fueran escasos. Sin embargo, la planificación se llevó después a cabo como esperábamos, y resultaron unas exposiciones preparadas.
En conclusión, se podría decir que la planificación es algo que requiere tiempo y un acto de "pararse a pensar" en cómo transmitir aquello que queremos enseñar, no solamente unos minutos antes de realizar la actividad; por lo tanto, el profesor no es solo contenido.
Respecto a la parte expositiva de la actividad, en general, nos hemos sentido más cómodos en la primera parte de las exposiciones, ya que teníamos la seguridad de dominar el tema que estábamos tratando, el esquema de comunicación. Tampoco nos ha resultado complicado tratar el segundo asunto, las redes sociales. Quizás no todos nos sentíamos capaces de establecer una clasificación de redes sociales, pero sí teníamos mucho que decir en el debate posterior que propusimos, ¿cómo influyen las redes sociales en los adolescentes?, puesto que hemos sido y somos usuarios de este tipo de redes.
El último tema a tratar era la Guerra Fría. Ofrecimos muy pocos datos introductorios, y en este tema no todo el mundo participó, ya que nos sentíamos inseguros. Todos nos respaldamos en las aportaciones de un compañero que finalmente conocía bastantes datos sobre este hecho histórico. Pero en el aula no vamos a tener una figura como esta, sino que el alumno esperará que seamos nosotros los que le resolvamos las dudas. Todos consideramos que lo más coherente es admitir nuestro desconocimiento sobre el asunto que nos plantean, pero darles herramientas para encontrar la respuesta, o bien traerla nosotros mismos al día siguiente.
En conclusión, enseñar no es lo mismo que contar o hablar de algo, es decir, aquello que tienes interiorizado y que asumes que conoces bien te da una confianza que te permite poder enseñar. Dicha confianza e interiorización de los contenidos también permite la transmisión con mayor facilidad a los educandos. Asimismo, el oficio del profesor requiere una serie de aptitudes que facilitan la enseñanza, como por ejemplo, el dinamismo, el respeto o la humildad.
Creemos que ha sido una práctica positiva, que nos ha hecho reflexionar sobre posibles situaciones, y acercarnos a ciertos recursos pedagógicos que el otro día improvisamos por intuición o imitación de conductas de otros profesores de nuestra vida académica.
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