En mi caso, lo que me ha llamado la atención de esta actividad es la
actitud que teníamos a la hora de enseñar cada uno de los diferentes
bloques; no si lo hacíamos bien o mal, o si estábamos más o menos
comodos con el temario a impartir, sino la disposición que teníamos.
En
mi grupo, cuando estábamos enseñando inglés (la parte que dominamos),
me encontré con un grupo centrado y atento de profesores que intentaban
explicar bien un determinado tema y a la vez, buscaban la complicidad
con los alumnos para poder identificar si la lección surtía efecto.
Había un cierto grado de responsabilidad por nuestra parte y la
implicación era mucho mayor. Sin embargo, en los siguientes bloques de
los cuales conocíamos poco o muy poco, nuestra actitud cambió
radicalmente, algo que también observé en el otro grupo. Al no tener ese
grado de responsabilidad sobre lo que estábamos/estaban enseñando, los
profesores tendían a relajar el tono y a no buscar la colaboración con
el alumno como se había hecho con los bloques anteriores. Los profesores
se limitaban a hablar o inventar sobre un tema sin tenere ningún temor a
las consecuencias de esa "mala enseñanza".
Por lo
demás estoy de acuerdo con la mayoría de mis compañeros, enseñar algo
que dominas es mucho más fácil que hacerlo sobre algo que desconoces.
Sin embargo, el grado de responsabilidad en cada uno de los casos no es
el mismo y creo que es lo más interesante que podemos extraer de esa
actividad.
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