sábado, 26 de octubre de 2013

Reflexión sobre enseñanza y aprendizaje en tres explicaciones el 14 octubre de 2013: “La responsabilidad de enseñar”.



El pasado lunes después de dar tres lecciones que nos pidieron los profesores, cada una en diferentes grados de conocimiento, y después de evaluar la calidad de nuestra explicación y conocimientos alcanzados por los alumnos; nos dimos cuenta de la responsabilidad que sentimos a la hora de enseñar algo. Quizás en parte “mitificando” este proceso, de modo que ponemos toda la importancia y responsabilidad en nuestra explicación. 

En nuestro caso después de la evaluación, nos dimos cuenta que entre las tres explicaciones dadas, en la que más nos costó transmitir y/o peor llegaron los conocimientos a los alumnos fue en la primera lección. Siendo esta a su vez la que mejor dominábamos y de la que más conocimientos teníamos.
Puede ser que le diéramos más importancia por ser nuestra área específica, explicando quizás de más, o que su percepción fuese similar a la nuestra.
Este puede ser uno de los miedos o presiones que nos imponemos como profesores, ya que cuando más sabemos sobre un área, más queremos explicar sobre esta. Esto por su parte  puede ser una trampa para el alumno ya que puede dar lugar a una información excesiva y/o fuera de lugar para el nivel o competencias a adquirir por el alumnado.

Como alternativa a esta cuestión se podrían plantear otros  tipos de aprendizajes en los que la participación del profesor sea menor y mayor la del alumno (Aprendizaje por descubrimiento, aprendizaje práctico, mediado, constructivismo,...). Logrando así igualmente un aprendizaje más dinámico y activo para el alumno. Por su parte, este método es menos definido o estricto, de modo que se adapta a los diferentes niveles del alumnado, ya que en cierto modo el nivel inicial lo marca el alumno. Siendo también más o menos progresivo con respecto a las aptitudes de ellos o cada uno de ellos.

Por otra parte, pienso que estas técnicas no deben justificar la relajación por parte del profesor. Sino ser tomados como una herramienta más de los tipos de aprendizajes. Dado que en cierta medida el alumnado puede requerir una mayor intervención en el proceso de aprendizaje por parte del profesor.

Este razonamiento supone una visión autocritica y evaluación de nosotros mismos. No solo un control de los conocimientos específicos de nuestra área, que a cierto punto tendremos que demostrar, sino que también supone el dominio de los diferentes tipos y procesos de aprendizaje con los que nos podemos ayudar tanto a nosotros en nuestra tarea de profesor como a los alumnos en su tarea por aprender.

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