Para los que os vayáis adentrando en el tema de la identidad docente a través de los incidentes críticos, quizás os resulte interesante conocer a Carles Monereo, el autor del libro "Docentes en Formación".
En el vídeo al que lleva este enlace lo podréis encontrar hablando de su libro en el programa "Para todos La 2": http://www.rtve.es/alacarta/videos/para-todos-la-2/para-todos-2-carles-monereo/1323980/
Resulta muy interesante estar atento a las concepciones implícitas tanto de los presentadores como del propio autor.
Por cierto, para los que lo veáis, no sé si os habrá llamado también la atención la curiosa imagen de la profesora del minuto 2:55 moviendo la mano del alumno por la pizarra digital para acabar de completar un puzzle, ja!
Seguimos explorando... ;)
Blog conjunto de las asignaturas de "Aprendizaje y Desarrollo de la Personalidad" y "Sociedad, Familia y Educación" del Máster de Profesorado en Secundaria de la Universidad de Alcalá.
martes, 29 de octubre de 2013
“Another Brick in the Wall”
Esta mañana me he despertado cantado la canción de Pink
Floyd “Another Brick in the Wall”
Como muchos sabréis hace una fuerte crítica al sistema
educativo, ese sistema que ponía (¿y pone?) al profesor sobre una tarima a “repartir su conocimiento” entre los
alumnos. Desde los 3 a los 16 años los estudiantes van “llenándose” de ese conocimiento (definido, limitado, tamizado y
dogmatizado) para salir de la escuela como “verdaderos
ciudadanos” dispuesto a ocupar su lugar en el muro.
Ayer en clase comentábamos que muchos de nosotros estábamos
acostumbrados a ese sistema, que no tiene nada que ver con lo que estamos
haciendo en clase. Pocas veces nos habían dado la oportunidad de explorar y
crear el conocimiento a partir de nuestras experiencias.
Así que, después de revisiones, dudas y reflexiones, espero que cada día nos sintamos (y hagamos sentir a nuestros alumnos en un futuro) que no son/somos meros ladrillos en un muro .
Silvia.
domingo, 27 de octubre de 2013
Reflexiones sobre el proceso de enseñanza
Qué es lo que hemos hecho. Cuando eramos alumnos, jamás nos hubiésemos imaginado la cantidad de trabajo que tiene un profesor. Ahora que nos acercamos a este puesto profesional estamos definiendo nuestro ideal de docente, de manera muy personal. Nos damos cuenta de que no existe un método universal de aprendizaje, que no tienen la necesidad de ser rígido y fundamentado en un solo emisor. El alumno no tiene por que depender únicamente de unos conocimientos dados por el profesor, para el alumno es más fácil que este aprendizaje forme parte de él. De modo que surja basándose en sus propias experiencias y conocimientos anteriores; en este aspecto el contenido se relaciona directamente con la metodología, que debe ser adecuarse en la mejor manera al alumnado.
También nos
estamos conociendo, y amoldando al trabajo en equipo que luego utilizaremos
dentro de la comunidad educativa. No nos podemos
olvidar de ponerlo en común, ya que todos podemos aprender de todos.
Cómo lo hemos hecho. A partir del trabajo en equipo, el respeto, aprendizaje por descubrimiento y experimentación, mediante la diversión, y participando activamente. De esta manera la clase forma parte de nosotros, y estas experiencias se quedaran más tiempo en la memoria porque somos parte de ellas; dando lugar a un proceso enriquecedor lo que supone un aprendizaje construido. De todas maneras reflexionar sobre ello también será más fácil ya que estará más integrado a nuestros pensamientos. Es importante tener sentido común.
Porqué lo
hemos aprendido. Para que nos
demos cuenta de que sabemos más de lo que creemos, para que utilicemos estas
técnicas con nuestros alumnos ya que fomenta el respeto, la crítica, el cooperativismo,
el sentido común, ser creativos, etc. Siendo conscientes que ningún aprendizaje
surge de la nada ni parte de cero, sino que siempre se basa o refuerza otro
precedente (aprendizaje significativo).
Para que
seamos coherentes con nuestra idea de docente y nuestros actos en el momento
que trabajemos. Para enseñarnos a reflexionar sobre lo que hacemos. Con una
visión crítica de nosotros mismos, en la que indagamos y nos cuestionamos
nuestro trabajo, e modo aplicamos un aprendizaje auto-regulado en nosotros
mismos. Para que rompamos con el estereotipo de solo enseñar contenidos. Para
pensar sobre la educación como ciencia viva, que está en continuo cambio y que
nosotros somos parte de ello, ya que podemos tomar decisiones para
transformarla de manera positiva.
Cómo nos ha resultado
la experiencia:
Destacamos
el primer “experimiento”: Dar una clase sobre algo que controlamos, nos
implica, es algo “nuestro” y
queremos que las cosas salgan como hemos pensado. Y nos desilusionó comprobar
que nuestros
“alumnos”, se habían quedado con la anécdota, en lugar de con el fondo.
Suponemos que esto se debe en
parte a que controlábamos la materia y desde ese punto quisimos ir “más allá”.
Hicimos la clase lo más
dinámica posible y nos sentimos cómodas hablando, sin embargo el producto no fue
el esperado.
Y también el
último: dar clase sobre algo de lo que no tenemos idea nos hizo implicar a los
alumnos en la clase.
Partiendo de la sinceridad de nuestro desconocimiento intentamos trabajar en
común, plantear las preguntas
para que las respuestas se dieran entre todos, fue un ejercicio de sentido
común.
Grupo:
Kandra Aguilera
María Saínz
Esteban Martínez
Esteban Martínez
Sara Jiménez
Nadia Martín
sábado, 26 de octubre de 2013
Reflexión sobre enseñanza y aprendizaje en tres explicaciones el 14 octubre de 2013: “La responsabilidad de enseñar”.
El pasado lunes después de dar tres lecciones que nos
pidieron los profesores, cada una en diferentes grados de conocimiento, y
después de evaluar la calidad de nuestra explicación y conocimientos alcanzados
por los alumnos; nos dimos cuenta de la responsabilidad que sentimos a la hora
de enseñar algo. Quizás en parte “mitificando” este proceso, de modo que
ponemos toda la importancia y responsabilidad en nuestra explicación.
En nuestro caso después de la evaluación, nos dimos cuenta
que entre las tres explicaciones dadas, en la que más nos costó transmitir y/o
peor llegaron los conocimientos a los alumnos fue en la primera lección. Siendo
esta a su vez la que mejor dominábamos y de la que más conocimientos teníamos.
Puede ser que le diéramos más importancia por ser nuestra
área específica, explicando quizás de más, o que su percepción fuese similar a
la nuestra.
Este puede ser uno de
los miedos o presiones que nos imponemos como profesores, ya que cuando más
sabemos sobre un área, más queremos explicar sobre esta. Esto por su parte puede ser una trampa para el alumno ya que
puede dar lugar a una información excesiva y/o fuera de lugar para el nivel o
competencias a adquirir por el alumnado.
Como alternativa a esta cuestión se podrían plantear
otros tipos de aprendizajes en los que la
participación del profesor sea menor y mayor la del alumno (Aprendizaje por
descubrimiento, aprendizaje práctico, mediado, constructivismo,...). Logrando así
igualmente un aprendizaje más dinámico y activo para el alumno. Por su parte, este
método es menos definido o estricto, de modo que se adapta a los diferentes
niveles del alumnado, ya que en cierto modo el nivel inicial lo marca el alumno.
Siendo también más o menos progresivo con respecto a las aptitudes de ellos o
cada uno de ellos.
Por otra parte, pienso que estas técnicas no deben
justificar la relajación por parte del profesor. Sino ser tomados como una
herramienta más de los tipos de aprendizajes. Dado que en cierta medida el
alumnado puede requerir una mayor intervención en el proceso de aprendizaje por
parte del profesor.
Este razonamiento supone una visión autocritica y evaluación
de nosotros mismos. No solo un control de los conocimientos específicos de
nuestra área, que a cierto punto tendremos que demostrar, sino que también
supone el dominio de los diferentes tipos y procesos de aprendizaje con los que
nos podemos ayudar tanto a nosotros en nuestra tarea de profesor como a los
alumnos en su tarea por aprender.
viernes, 25 de octubre de 2013
algunas impresiones de la clase 21 de octubre
La clase del otro día
dio pie a muchos contenidos de debate. Una de las cosas que me llamó
la atención fue los puntos de vista distintos a la hora de dar un
contenido conocido o desconocido. Ya que había gente que se siente
más incomoda enseñando algo conocido por miedo a dar una
información errónea, y crear un proceso de aprendizaje no correcto.
Otros, mientras se sentían muy incómodos con enseñar algo que no
se sabe, supongo que será porque se sienten inseguros al no tener
certezas y transmitir informaciones no corroboradas...toda la vida
han existido pensamientos, creencias, ideas que no tenían por detrás
una demostración científica. Hipótesis, como hablaba el otro día
David, sin ellas no hubiese existido una evolución, nunca hubiera
habido descubrimientos...
Además nos planteábamos
si la improvisación era una técnica favorable a la hora de dar
clase, ya que se tiene la sensación de que las clases cuando más
estructuradas mejor. Otra de las cosas que me llamaron la atención
era ver la frustración en nuestro grupo porque no se había
entendido el mensaje que en un primer momento nos planteamos, la
gente se había quedado con el ninja. Desde ese punto se creo otro
debate, si realmente era necesario exponer los objetivos a alcanzar
en esa clase o tal vez ocultarlos y que lo propios alumnos lo
descubran por ellos mismos. Yo todavía lo estoy pensando... Lo que
sé, es que para mí no fue algo malo, le dio un significado de punto
de partida para poder reflexionar, analizar, corregir,
organizar...las siguientes actividades. Este feedback es importante
para poder evaluarte, corregirte y la siguiente vez intentar hacerlo
de la mejor manera posible. Sino somo capaces de ver nuestros
errores, cómo vamos a ser capaces de corregirlos.
jueves, 24 de octubre de 2013
El proceso de enseñanza-aprendizaje, la actuación del docente.
¿Qué hemos aprendido?
Hemos aprendido a reflexionar sobre cómo somos y cómo queremos ser como docentes. Hemos descubierto de dónde partimos, qué bagaje traemos y cuáles son nuestras expectativas.
¿Cómo lo hemos aprendido?
Lo hemos aprendido a partir de las actividades propuestas en las clases. Desde la primera sesión contando las expectativas que teníamos dentro de esta asignatura. Pasando por el dibujo que realizamos sobre cómo nos vemos como docentes. Y, en la pasada clase, a partir de la representación y reflexión sobre diferentes contenidos para dar clase. Hemos aprendido a través de la expresión, de la creatividad, del intercambio, de otra forma diferente de aprender.
¿Por qué lo hemos aprendido?
Porque la metodología que proponen los docentes en clase es activa y propicia la reflexión y el pensamiento crítico, también compartimos visiones y experiencias a través del grupo Esto nos sirve para comprobar que existen diferentes tipos de enseñanza y conocer más sobre los conocimientos que tenemos acerca de la figura docente, para luego compararlo al terminar la asignatura.
En la siguiente creemos que vamos a tratar diferentes tipos de aprendizaje y los vamos a relacionar con los tipos de enseñanza a través de la reflexión.
En cuanto a la actividad anterior, hay disparidad en el grupo. Algunos de nosotros nos sentimos cómodos al impartir cualquier contenido, independientemente de si está relacionado o no con nuestra rama, o si nos es familiar o no el contenido. Por otro lado, otros compañeros del grupo opinan que siempre se sienten nerviosos y alerta, independientemente del contenido y familiaridad con este, por el motivo de la responsabilidad que conlleva enseñar a otros. Hay tambien quienes opinan que es importante no avergonzarse de “no saber” porque creemos que aunque haya materias que desconozcamos siempre existen recursos y estrategias para facilitar a otros el aprendizaje. Todos estamos de acuerdo en que algo que no se conoce no se puede enseñar de manera explícita, pero como buenos docentes, tenemos las herramientas necesarias para enseñar y guiar a los alumnos a encontrar información y aprender juntos.
Patricia Gómez Hernández
Carlos Monge López
Miguel Rodríguez Moro
Verónica Cartagena González
Ana Blázquez González
Laura García Fernández
Clara Gonzalo Montesinos
Olaya Tamayo Morales
Nicolai Benesh Fernández-Miranda
martes, 22 de octubre de 2013
SIGNIFICADO DE ENSEÑAR - PROCESO DE APRENDIZAJE
Soy Sara Jimenez, de la especialidad de artes plásticas y visuales. He escrito un pequeño diario de lo que hasta el momento ha sido para mi esta asignatura.
CLASE 1; Me miro a
mi misma a través de mis propios trazos, desde un ángulo hasta ese momento
desconocido. Esos trazos tienen algo en común con quienes comparten mis
objetivos y algo diferente, y el porqué… Preguntas con muchas posibles
respuestas, ahora identifico que la forma no corresponde con el fondo.
CLASE 2; Esta vez
debo de enseñar algo que SÉ, algo que CONOZCO y algo que DESCONOZCO. Trabajo en
equipo, lo cual agiliza mi mente. Lo más retante nos resulta enseñar algo que
sabemos porque le damos valor, nos representa y creemos que es importante.
Ponemos todo nuestro esfuerzo en este primer punto. Los otros dos nos resultan
más sencillos.
CLASE 3; Ahora reflexionamos
sobre, QUÉ, CÓMO y PORQUÉ, enseñamos... Nos inquieta darnos cuenta que en la dinámica
que propusimos a los compañeros sobre la materia que sabíamos fue un fracaso. Usamos
como contenido aparente el dibujo de un “ninja” para mostrar útiles puntos de
vista sobre el valor del dibujo en la vida cotidiana y como actividad innata en
el ser humano. Y el resultado o producto fue entendido como “He aprendido a
hacer un ninja” L
…y como sorpresa positiva identificamos que nuestras exposiciones sobre dos tema
menos relevantes (enseñar una juego-dinámica de grupo y cómo educar a un mono) resultaron
más fluidas, nos encontramos más cómodas
y nos expresamos mejor.
REFLEXIÓN Llegado a
este punto, me planteo lo fácil que puede ser contar algo y lo
extremadamente difícil que es enseñar. Crear interés, despertar una energía origen del proceso que para ti es
tan importante y que, para quienes expones puede no significar nada. Ahora
identifico como imprescindible ese deseo de que lo que tu ves, pueda ser visto
por quienes forman tu clase. Intentarlo y buscar herramientas creativas para
adaptarte y llegar, sin miedo a fallar.
Diferencias en el grado de implicación
En mi caso, lo que me ha llamado la atención de esta actividad es la
actitud que teníamos a la hora de enseñar cada uno de los diferentes
bloques; no si lo hacíamos bien o mal, o si estábamos más o menos
comodos con el temario a impartir, sino la disposición que teníamos.
En mi grupo, cuando estábamos enseñando inglés (la parte que dominamos), me encontré con un grupo centrado y atento de profesores que intentaban explicar bien un determinado tema y a la vez, buscaban la complicidad con los alumnos para poder identificar si la lección surtía efecto. Había un cierto grado de responsabilidad por nuestra parte y la implicación era mucho mayor. Sin embargo, en los siguientes bloques de los cuales conocíamos poco o muy poco, nuestra actitud cambió radicalmente, algo que también observé en el otro grupo. Al no tener ese grado de responsabilidad sobre lo que estábamos/estaban enseñando, los profesores tendían a relajar el tono y a no buscar la colaboración con el alumno como se había hecho con los bloques anteriores. Los profesores se limitaban a hablar o inventar sobre un tema sin tenere ningún temor a las consecuencias de esa "mala enseñanza".
Por lo demás estoy de acuerdo con la mayoría de mis compañeros, enseñar algo que dominas es mucho más fácil que hacerlo sobre algo que desconoces. Sin embargo, el grado de responsabilidad en cada uno de los casos no es el mismo y creo que es lo más interesante que podemos extraer de esa actividad.
En mi grupo, cuando estábamos enseñando inglés (la parte que dominamos), me encontré con un grupo centrado y atento de profesores que intentaban explicar bien un determinado tema y a la vez, buscaban la complicidad con los alumnos para poder identificar si la lección surtía efecto. Había un cierto grado de responsabilidad por nuestra parte y la implicación era mucho mayor. Sin embargo, en los siguientes bloques de los cuales conocíamos poco o muy poco, nuestra actitud cambió radicalmente, algo que también observé en el otro grupo. Al no tener ese grado de responsabilidad sobre lo que estábamos/estaban enseñando, los profesores tendían a relajar el tono y a no buscar la colaboración con el alumno como se había hecho con los bloques anteriores. Los profesores se limitaban a hablar o inventar sobre un tema sin tenere ningún temor a las consecuencias de esa "mala enseñanza".
Por lo demás estoy de acuerdo con la mayoría de mis compañeros, enseñar algo que dominas es mucho más fácil que hacerlo sobre algo que desconoces. Sin embargo, el grado de responsabilidad en cada uno de los casos no es el mismo y creo que es lo más interesante que podemos extraer de esa actividad.
domingo, 20 de octubre de 2013
la responsabilidad de enseñar
Justo antes de empezar este comentario, leo en el periódico El Pais en edición digital, un artículo sobre el proyecto "Navegamos Juntos" del Instituto Público "Gabriel García Márquez" en Tiétar (Cáceres). En
este proyecto, un grupo de estudiantes de "diversificación" se
transforman en profesores de personas mayores en uso de las tecnologías
de la iformación y la comunicación. Os copio el enlace
http://blogs.elpais.com/escuelas-en-red/2013/10/contigo-mis-males-tienen-remedio.html
Pienso en la clase del lunes pasado, concretamente en enseñar sin dominar la materia. Pienso que nadie sabe de todo y que por otra parte no hay nadie que no sepa absolutamente nada. También pienso en nuestro rol actual de alumnos y en nuestro futuro como profesores y en las que he sido profesora (de clases particulares) y en los momentos en los que he sido con horas de diferencia profesora y alumna.
http://blogs.elpais.com/escuelas-en-red/2013/10/contigo-mis-males-tienen-remedio.html
Pienso en la clase del lunes pasado, concretamente en enseñar sin dominar la materia. Pienso que nadie sabe de todo y que por otra parte no hay nadie que no sepa absolutamente nada. También pienso en nuestro rol actual de alumnos y en nuestro futuro como profesores y en las que he sido profesora (de clases particulares) y en los momentos en los que he sido con horas de diferencia profesora y alumna.
Considero que es cierto que al alumno presupone que su profesor domina la materia y el profesor se siente más cómodo en la clase cuanto más controla el tema y me viene a la cabeza que la relacción alumno- profesor tiene un gran componente de sinceridad, de honestidad, de decir en un momento dado "esto no lo sé seguro, lo miro y os digo mañana" y que de esa sinceridad parte mi responsabilidad por estar lo más preparada posible, lo más actualizada posible, la responsablidad por controlar la materia como respuesta a la confianza que el alumno pone en nosotros... las profesoras que pusieron en marcha el proyecto, Inma Muñoz e Inma Carretero, ponen el acento en la motivación y lo llaman la responsabilidad por enseñar de unos y otros.
Reflexiones de la actividad: Enseñar entre iguales
Aquí recogemos las opiniones de algunos miembros del grupo de la especialidad de Lengua Castellana y Literatura que representan la opinión global del grupo:
Pilar López Torres
En primer lugar, cuando
explicamos a nuestros compañeros de la especialidad de Inglés un
contenido propio de nuestra especialidad “los verbos transitivos e
intransitivos”, me dí cuenta de la importancia de una buena
preparación previa de la clase, para que personas ajenas a nuestra
especialidad pudieran entender el contenido. Es cierto que el
contenido era muy fácil y de cultura general, pero aún así, esta
tarea implica una preparación más seria que las demás. En estos
momentos, construimos contenido juntos, ya que tuvimos feedback
por parte de nuestros compañeros a través de sus preguntas y las
nuestras.
En segundo lugar, cuando
enseñamos a los compañeros de inglesa un tema con el que estábamos
familiarizados “cómo hacer una tortilla de patata”, estábamos
más relajados construyendo conocimiento que con la anterior
explicación. Incluso hasta nos reíamos porque ambos grupos
coincidimos en explicar el mismo tema. Descubrí que pese a ser el
mismo tema, cada grupo tenía una forma distinta de dar la
explicación e incorporaba variantes que el otro grupo no había
mencionado.
En tercer lugar, cuando
enseñamos a los compañeros un tema con el que no estábamos
familiarizados “el reciclaje” nos sentíamos libres y hablábamos
sin reflexionar ni darnos cuenta de que debíamos “enseñar algo”.
Creo que estábamos inseguros y no nos atrevíamos a meternos en el
fondo del tema por miedo a que nos preguntaran algo y no supiéramos
darle respuesta. Es cierto que luego reflexionamos entre todos y nos
dimos cuenta de que sabíamos más de lo que pensábamos
reflexionando sobre nuestras propias experiencias.
Cristina
González Sainz
Como
Pilar, también pienso que hablar de un tema de nuestra especialidad
conlleva mayor responsabilidad. Es algo que has estudiado y, por lo
tanto, debes saber y mostrarte seguro al hablar de ello. En cambio,
hablar de algo que conoces bien resulta más sencillo porque estás
bien informado y, además, probablemente, te gusta el tema (en el
caso de la receta para hacer la tortilla española que elegimos en
nuestro grupo, todos habíamos hecho tortilla alguna vez o, al menos,
habíamos visto cómo se hace). Por último, hablar de un tema que
desconocíamos tiene como ventaja que no es algo que hayamos
estudiado antes y, a diferencia de lo que ocurría en el primer caso,
no sentíamos la responsabilidad de tener que conocerlo y explicarlo
bien. En nuestra exposición sobre el reciclaje dejamos claro que
eran cosas que imaginábamos que eran así, pero se apreciaba cómo
en la primera parte (hablando sobre los verbos “transitivos e
intransitivos”) exponíamos con seguridad, sabiendo bien lo que
decíamos, y en esta última parte, no ocurría lo mismo. Una buena
idea, fue invitar a los oyentes del grupo de Filología Inglesa a que
participaran haciéndoles preguntas y formando debate.
Jorge Izquierdo
Periáñez
A la
hora de explicar el tema relativo a nuestra especialidad, verbos
“transitivos e intransitivos, sentí que al estar más
familiarizado con la materia la preocupación era menor al tener
controlado el contenido de lo que se explicaba. La seguridad en la
exposición era mayor y con ello entiendo que los alumnos
captaban de manera más clara lo que se les explicaba.
En relación al segundo
tema explicado, la elaboración de una tortilla de patata, podría
haber cosas que se desconocían o que no estaban totalmente asentadas
en la memoria, de ahí que la explicación fuera más abierta y menos
estructurada. Aun así, creo que la explicación fue satisfactoria ya
que a pesar de no dominar el tema completamente, había seguridad en
la ejecución de la tarea.
Por último, con
relación al tercer tema explicado, el reciclaje, a pesar de que no
se dominaba y no había un conocimiento pleno de lo tratado, se
expuso de manera clara el contenido, llevando a cabo
satisfactoriamente la tarea, a saber, hacer una exposición de los
diferente medios de reciclaje. Se preguntó a los alumnos si
sabían de otros medios de reciclaje, cosa que ayudo a hacerlo más
participativo y de esa manera a completar la exposición.
Puedo concluir a raíz
de este ejercicio, que al exponer un tema, este uno familiarizado con
él o no, el hacerlo de manera segura y confiando en las capacidades
de uno mismo para llevarlo a cabo conllevará que la tarea se haga
más fácil y satisfactoria.
Elena Romero
En nuestro caso, los
temas a exponer se decidieron en una especie de “asamblea popular”
y a votación. Además, con tal de organizar correctamente la
exposición de los temas elegidos, dividimos al grupo en tres
subgrupos: cada uno de ellos de ocupó de preparar la exposición del
tema correspondiente. El primero de los grupos, al hablar e intentar
enseñar el uso de los verbos transitivos e intransitivos, creó un
ambiente serio a la par que distendido, en el que los presentes
“estudiantes” contestaban a las preguntas de sus “profesores”
a pesar de no conocer el tema y tener pocos conocimientos sobre este.
El segundo de los grupos preparó de manera exhaustiva los pasos y
formas de hacer una tortilla de patatas. En nuestro pequeño grupo
existió la coincidencia de que ambos bandos, filología inglesa y
filología española, coincidieron en la explicación de cómo hacer
una tortilla de patatas. Sin embargo, pudimos darnos cuenta de que
cada grupo tenía una versión diferente a la hora de someter a los
“alumnos” a la clase magistral. Aquí surgió mi interés en
preguntarme cuál de estas dos versiones podría considerarse la
correcta o si ambas eran válidas por igual. Por último, lo más
sorprendente sobre el tercer grupo es que a pesar de no ser expertos
en el tema, gracias a la colaboración entre “estudiantes” y
“profesores”, pudimos extraer mucha más información de la que
disponíamos en un principio.
sábado, 19 de octubre de 2013
Enseñar conocimientos entre iguales
Buenos días,
Estas líneas sobre el ejercicio que hicimos en clase sobre el pasado lunes, son las conclusiones que comentamos en el grupo después. Por tanto son fruto del trabajo de: Elena Félix, Silvia Fernández, Flavia Piñeriro, José Javier Martínez, Lucila Estrada, María Jaén, Paula Navarro y Estíbaliz Espejo-Saavedra.
Con respecto al ejercicio propuesto, nos gustaría comenzar estas conclusiones con una cosa que observamos, y que quizá no se haya señalado hasta ahora -si es así, corregidme- y es que nos resultó mucho más fácil, en cualquiera de los tres casos, enseñar y aprender, o al menos comunicarnos, entre iguales. El ambiente era más distendido. Tanto cuando tomábamos el papel de alumnos como el de profesores, los miembros de ambos grupos estuvimos relajados, las distancias eran más cortas y la interacción fácil. Probablemente la distribución circular al rededor de una mesa, también ayudó. Nunca ninguna de las personas que tomaron la palabra pareció ocupar el lugar simbólico de profesor clásico, como autoridad intelectual por encima de los demás, e incluso el resto participaba o ayudaba a la exposición mediante preguntas.
Si bien esto podría no tener relevancia en cuanto a cómo se explica algo que se conoce o no, nos parecía importante señalarlo, precisamente, relacionándolo con lo que vimos anteriormente con el ejercicio de categorizar las categorías de profesorado que hicimos la semana anterior.
Pero, si nos dirigimos concretamente al trabajo de cómo enseñar qué, hemos observado que, desde la perspectiva de quien enseña, íbamos abriendo más el diálogo y la participación a medida que lo explicado nos era más desonocido.
En el primer caso, en el que explicábamos a los compañeros de la especialidad de inglés, qué era un soneto, hicimos más bien una explicación tipo magistral. Habíamos organizado cómo exponer el tema y buscamos un material ad hoc. Concretamente un soneto de Lope de Vega en el que se explica cómo es un soneto. Sin embargo, tal y como comentamos después, no dejamos demasiado espacio al conocimiento compartido y la interacción. Como especialistas en el contenido concreto, nos costaba dejar cabos sueltos, partes sin explicar.
El segundo caso, en el que quisimos enseñar cómo se suben y bajan las escaleras mecánicas en Madrid, la clase fue más cooperativa, anecdótica y lúdica. Preparamos la presentación casi como si se tratara de una obra de teatro, algunos explicaban mientras otros representaban las instrucciones simulando con mímica cómo llevarlas a cabo. Los compañeros que tenían el roll de alumnos interactuaron y contaron muchos casos de cosas que les había ocurrido a ellos. En definitiva, un tema que parecía que no iba a dar de sí, porque en teoría todos lo conocíamos bien, terminó siendo un tema con mucho para comentar. Quizá porque todos nos sentimos lo suficientemente cómodos y teníamos experiencias al respecto.
Por último, tratamos un asunto que no conocíamos en profundidad y del que todos teníamos alguna idea previa. Pero quisimos además, que se tratase de algo que nos pareciera importante, para que pudiera despertar el interés de aquellos a quienes iba dirigido. Fue el tema más difícil de elegir, consensuar y preparar. Por eso, mientras organizábamos cómo tratarlo, pensamos que quizá sería más útil lanzarlo como debate con el fin de que todos juntos aportásemos datos para construir conocimiento. Elegimos: Funcionamiento y utilidad del Senado en España. Aunque apenas nos dio tiempo a mucho, y no llegamos a demasiadas conclusiones, al contrario de lo que nos podía haber parecido a priori, entre todos descubrimos que teníamos más nociones de las que pensábamos. Si alguno decía algún dato, otros recordábamos otros relacionados y así, poco a poco y entre todos, conseguimos ir dándole algo de forma. Parece importante señalar que en este caso, como nadie conocía en profundidad el tema, las fronteras entre quienes enseñábamos y quienes aprendían se diluyeron casi por completo. Todos aportamos y todos aprendimos.
Tal y como hemos comentado en el grupo después, podríamos concluir que para que exista aprendizaje no parece tan definitiva la división de profesor como absoluto experto que, como diría Paulo Freire*, vierta conocimientos sobre un alumnado pasivo que simplemente los acumula. De hecho, a pesar de que fue expuesto de forma clara, ejemplificada y bonita, nos preguntamos si ahora mismo nuestros compañeros sabrían decirnos algo sobre el soneto, o simplemente terminaron por olvidarlo con rapidez. Parece que, desde nuestra misma experiencia como alumnos en esa actividad, nos hemos quedado más con las cosas que hablamos entre todos, que las que se enseñaron de forma magistral.
Esperamos que estas conclusiones os hayan servido para entender también vuestros propios procesos. Gracias a todos por exponer las vuestras.
Un saludo
Estas líneas sobre el ejercicio que hicimos en clase sobre el pasado lunes, son las conclusiones que comentamos en el grupo después. Por tanto son fruto del trabajo de: Elena Félix, Silvia Fernández, Flavia Piñeriro, José Javier Martínez, Lucila Estrada, María Jaén, Paula Navarro y Estíbaliz Espejo-Saavedra.
Con respecto al ejercicio propuesto, nos gustaría comenzar estas conclusiones con una cosa que observamos, y que quizá no se haya señalado hasta ahora -si es así, corregidme- y es que nos resultó mucho más fácil, en cualquiera de los tres casos, enseñar y aprender, o al menos comunicarnos, entre iguales. El ambiente era más distendido. Tanto cuando tomábamos el papel de alumnos como el de profesores, los miembros de ambos grupos estuvimos relajados, las distancias eran más cortas y la interacción fácil. Probablemente la distribución circular al rededor de una mesa, también ayudó. Nunca ninguna de las personas que tomaron la palabra pareció ocupar el lugar simbólico de profesor clásico, como autoridad intelectual por encima de los demás, e incluso el resto participaba o ayudaba a la exposición mediante preguntas.
Si bien esto podría no tener relevancia en cuanto a cómo se explica algo que se conoce o no, nos parecía importante señalarlo, precisamente, relacionándolo con lo que vimos anteriormente con el ejercicio de categorizar las categorías de profesorado que hicimos la semana anterior.
Pero, si nos dirigimos concretamente al trabajo de cómo enseñar qué, hemos observado que, desde la perspectiva de quien enseña, íbamos abriendo más el diálogo y la participación a medida que lo explicado nos era más desonocido.
En el primer caso, en el que explicábamos a los compañeros de la especialidad de inglés, qué era un soneto, hicimos más bien una explicación tipo magistral. Habíamos organizado cómo exponer el tema y buscamos un material ad hoc. Concretamente un soneto de Lope de Vega en el que se explica cómo es un soneto. Sin embargo, tal y como comentamos después, no dejamos demasiado espacio al conocimiento compartido y la interacción. Como especialistas en el contenido concreto, nos costaba dejar cabos sueltos, partes sin explicar.
El segundo caso, en el que quisimos enseñar cómo se suben y bajan las escaleras mecánicas en Madrid, la clase fue más cooperativa, anecdótica y lúdica. Preparamos la presentación casi como si se tratara de una obra de teatro, algunos explicaban mientras otros representaban las instrucciones simulando con mímica cómo llevarlas a cabo. Los compañeros que tenían el roll de alumnos interactuaron y contaron muchos casos de cosas que les había ocurrido a ellos. En definitiva, un tema que parecía que no iba a dar de sí, porque en teoría todos lo conocíamos bien, terminó siendo un tema con mucho para comentar. Quizá porque todos nos sentimos lo suficientemente cómodos y teníamos experiencias al respecto.
Por último, tratamos un asunto que no conocíamos en profundidad y del que todos teníamos alguna idea previa. Pero quisimos además, que se tratase de algo que nos pareciera importante, para que pudiera despertar el interés de aquellos a quienes iba dirigido. Fue el tema más difícil de elegir, consensuar y preparar. Por eso, mientras organizábamos cómo tratarlo, pensamos que quizá sería más útil lanzarlo como debate con el fin de que todos juntos aportásemos datos para construir conocimiento. Elegimos: Funcionamiento y utilidad del Senado en España. Aunque apenas nos dio tiempo a mucho, y no llegamos a demasiadas conclusiones, al contrario de lo que nos podía haber parecido a priori, entre todos descubrimos que teníamos más nociones de las que pensábamos. Si alguno decía algún dato, otros recordábamos otros relacionados y así, poco a poco y entre todos, conseguimos ir dándole algo de forma. Parece importante señalar que en este caso, como nadie conocía en profundidad el tema, las fronteras entre quienes enseñábamos y quienes aprendían se diluyeron casi por completo. Todos aportamos y todos aprendimos.
Tal y como hemos comentado en el grupo después, podríamos concluir que para que exista aprendizaje no parece tan definitiva la división de profesor como absoluto experto que, como diría Paulo Freire*, vierta conocimientos sobre un alumnado pasivo que simplemente los acumula. De hecho, a pesar de que fue expuesto de forma clara, ejemplificada y bonita, nos preguntamos si ahora mismo nuestros compañeros sabrían decirnos algo sobre el soneto, o simplemente terminaron por olvidarlo con rapidez. Parece que, desde nuestra misma experiencia como alumnos en esa actividad, nos hemos quedado más con las cosas que hablamos entre todos, que las que se enseñaron de forma magistral.
Esperamos que estas conclusiones os hayan servido para entender también vuestros propios procesos. Gracias a todos por exponer las vuestras.
Un saludo
*En otra asignatura hemos visto
algo del trabajo de Paulo Freire y su teoría de la "Enseñanza
bancaria" y no podemos dejar de relacionarlo con las conclusiones que
hemos sacado de esta práctica. Aunque los compañeros de nuestra clase lo
conocen, se puede consultar pinchando en el siguiente enlace: "Paulo Freire. Constructor de sueños"
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