martes, 12 de noviembre de 2013

Incidente crítico. Fuga en el aula

Todo incidente crítico tiene unos antecedentes, o, por decirlo así, es consecuencia de un conflicto latente previo. El incidente crítico que hemos elegido tiene como detonante la ineficacia del profesor a la hora de de motivar a sus alumnos.  Estos no sienten la ‘necesidad’ o ‘curiosidad’ por conocer aquello que se les enseña, sino que consideran las clases una pérdida de tiempo. Nos encontramos ante un profesor (Miguel) que no hace sus clases entretenidas y dinámicas, que no motiva a sus alumnos ni les explica la utilidad de lo que enseña, es decir, nos encontramos ante un profesor cuya identidad es de ‘transmisor’. Este problema, se ve reflejado en la siguiente situación.
En el descanso entre clase y clase cuatro alumnas (Lorena, Sandra, Diana y Estefanía) comienzan a hablar acerca de la clase siguiente: la de lengua castellana y literatura. La opinión de las chicas no es muy positiva al respecto, todas coinciden en que ‘es un aburrimiento’. Una de ellas va más allá y dice que ella no piensa asistir a la clase, intentando a su vez convencer a sus amigas para que la sigan en su plan. A pesar de que frases como ‘¿Quién nos pasará luego los apuntes?’  o ‘ El profesor dijo que  iba a hablar acerca del examen’ que las hacen dudar, todas acaban por ‘hacer peyas’. Para su mala suerte, cuando están saliendo de la clase entra el profesor con su ‘Buenos días’ habitual, el cual se queda perplejo al ver a sus alumnas saliendo de la clase, casi corriendo. Esta situación chocante e inesperada para el profesor es lo que se conoce como incidente crítico.
Los principales actores de este incidente crítico son las cuatro alumnas y el profesor, cuyas perspectivas y creencias son divergentes. Por un lado, el profesor, tal vez inconsciente de su inaptitud para motivar a sus alumnos, se encuentra de repente con un conflicto bastante chocante y tal vez desmoralizador: sus alumnos no quieren asistir a sus clases, es más, prefieren fugarse de ellas. Pero, hay una cosa tal vez peor para él: les da igual que él les vea saliendo del aula, sus deseos de escaparse de allí son incluso más grandes. Claramente, esta situación tiene que ser dura y desmoralizador para un profesor, pero sin duda puede ser el comienzo para que el profesor cambie su manera de organizar las clases y actividades, de una manera mas motivadora.
Las alumnas, por su parte, se dejan llevar por sus ganas de ‘librarse’ de la clase, sin pensar en los efectos que tal decisión pueda acarrear.  Seguramente, a sus ojos hacer peyas es lo justo, ya que no hacen nada ‘productivo’ o ‘interesante’ (no debemos olvidar que tales ganas surgen de la actitud del profesor y su ignorancia de la situación). Para ellas tomar el sol ese caluroso día es incluso más beneficioso que estar en clase escuchando al profesor.

Aparte del propio efecto que la actitud de las alumnas pueda tener en el profesor, cabe remarcar que la decisión de fugarse de una clase está fuera de las normas, por lo que puede acarrear más problemas a ambas partes: al profesor por permitirlo y a las alumnas por hacerlo.

Aquí podeis ver el video

1 comentario:

  1. Hola,

    La frase que me parece fundamental es la de "¿Pero quién va a tomar nota? ¿quién nos pasará luego los apuntes?" dando a entender que tanto dictar notas como tomarlas es la principal actividad.

    Lo interesante es pensar hasta qué punto este incidente crítico supone nueva información para el profesor, en el sentido de hacerle atender sobre su propia forma de plantear sus clases, de impartirlas e incluso de pensar sobre la enseñanza.

    Parafraseando al profesor de la peli de ayer cuando dice "Aquí las normas las pongo yo, amiguito". Y es que, más allá de las normas explícitas, existe una inmensidad de normas no escritas, que definen la relación entre profesor y alumnos, que se van generando con el paso del tiempo y que, en buena medida, determinan qué será posible hacer y hasta dónde será posible llegar.

    Quizás también esa sensación de "librarse" que experimentan sus alumnas al no asistir a clase, es en cierto modo parecida a la que tiene el profesor cuando acaba una de sus clases, una de sus semanas, o uno de sus cursos.

    Muy interesante el caso. Enhorabuena.

    Un saludo
    David

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